PROSPERIDAD ECONÓMICA
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PROSPERIDAD ECONÓMICA

:: DECÁLOGO DEL ÉXITO

Nehemías era un hombre judío, temeroso de Dios, copero de Artajerjes, rey del imperio persa. Cuando se enteró de que el muro que rodeaba la ciudad de Jerusalén había sido destruido, sus puertas quemadas y que su pueblo padecía, Nehemías sufrió mucho; pero, él era un hijo de Dios y, sobre todo, un hombre con visión espiritual. Así que él mismo decidió reconstruir las murallas de Jerusalén y para lograr su objetivo, le pidió a Dios que bendijera, reanimara y levantara a su pueblo. En otras palabras, le pidió a Dios que le concediera buen éxito (Neh.1:11).

Es así como Nehemías consiguió realizar en 52 días lo que otros no pudieron hacer en años. Esta diferencia se dio porque Nehemías tuvo 10 principios o convicciones que es de donde se extrae este decálogo.

1. TENER PENSAMIENTOS GRANDES: Proverbios 23:7 nos dice que toda persona es lo que piensa. Es decir que no llegaremos más lejos que nuestros propios pensamientos; así que tengamos pensamientos grandes, ambiciosos y bien definidos.

2. HABLAR CON PODER: (Deut. 6: 6-9) Sabemos que la palabra tiene poder, es decir, hablarlas, pronunciarlas, por lo tanto, decir promesas y versículos es hablar con poder. En cambio, el lenguaje del mundo es completamente negativo e insulso. A menudo, oímos decir: … es que no sé, no puedo, no tengo, me siento mal, es imposible, fulano es la muerte, me muero si… etc., sin contar las necedades y mentiras que se repiten con frecuencia. Cambiemos nuestro lenguaje a uno positivo: si puedo, lo intentaré, estoy sana. Sepultemos de una vez por todas, el lenguaje negativo.

DECÁLOGO DEL ÉXITO

3. EJERCITAR LA FE: Romanos 4:17 nos dice que Dios llama a las cosas que no son como si fuesen. Esto no significa que vayamos a decir tengo mil dólares cuando en realidad solo tenemos diez porque sería una mentira. Actuemos con una fe inteligente y, por ejemplo, plantemos una semilla de fe. Proceder así sería poner en práctica los principios de Dios.

4. VALORAR EL CONSEJO: (Proverbios 11:14) Aprendamos a reconocer y valorar el buen consejo de personas que quieren nuestro bien. Muchas veces, escuchamos el consejo de nuestros padres, del pastor, del médico o personas más experimentadas que nosotros en los negocios o la profesión pero, no los ponemos en práctica. La Biblia tiene, desde principio a fin, consejos útiles para nosotros, entonces, pongámoslos en práctica y no despreciemos la Escritura.



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