Pedro había trabajado toda la noche en el mar y no pescó absolutamente nada. Cuando amaneció, ya cansado, comenzó a lavar sus redes en la orilla del mar. De repente, Jesús se subió a su barca y le pidió que, por favor, se alejara de la orilla porque, desde allí, predicaría a la multitud que lo seguía y Pedro así lo hizo (Luc. 5:1-11).
Tú y yo también navegamos, no solo en internet, sino en el mar de la vida echando nuestras redes para pescar "ganancias" que nos permitan vivir con dignidad. Analizando este pasaje bíblico, vemos que:
1. Jesús viene en busca de nosotros. Ojo, date cuenta de que Pedro no buscó a Jesús sino que Jesús se acercó a Pedro y subió a su barca (no me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, Jn.15:16; he aquí, yo estoy a la puerta y llamo, Ap. 3:20). Ten por seguro que en este preciso instante, Jesús está esperando entrar en tu vida para bendecirte.
2. Jesús le hace un pedido a Pedro. Ese pedido significaba un trabajo adicional para Pedro, quien ya estaba exhausto. Cuando Jesús entra en nosotros, nos pide que le entreguemos nuestras vidas, eso también implica nuestro trabajo, nuestro dinero y tiempo para su obra. Escrito está "más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas", Mt. 6:33.
3. Jesús le da una ordena a Pedro. Le dice: "rema mar adentro y echa tus redes para pescar". De esta orden, podemos extraer las siguientes conclusiones:
3.1 "…rema mar adentro…" La mayoría de la gente se centra en sus sentimientos y razonamiento, es decir, solo en lo que ve y le rodea que es una manera superficial de vivir. Es porque vive en aguas poco profundas.
3.2 Para remar mar adentro, debemos dejar esa vida superficial y vivir una vida de fe, fundada en Cristo y dejar de depender de los sentimientos y razonamientos humanos ni de experiencias pasadas, de lo contrario, no será mucho lo que pesquemos.
3.3 Las redes son el instrumento de trabajo del pescador, por tanto, cuando estamos "mar adentro", ya podemos y debemos tirar nuestras redes para pescar. Esas redes significan los negocios o trabajos a los que nos dedicamos para sostenernos económicamente.
3.4 Lanzar la red significa que tenemos que dar y hacer lo mejor de nosotros en nuestros quehaceres. Cuando ya hemos hecho todo en nuestras fuerzas, es allí cuando Dios intercede por nosotros y se producen los milagros, pero, entendamos que Dios nunca hará aquello que nosotros podemos hacer.
3.5 Dios quiere que obtengamos ganancias porque no desea que sus hijos pasen necesidades. Pedro pescó tantos peces que sus redes se rompieron. Jesús no solo es maestro, salvador sino también, un hombre de negocios. Él guió a Pedro en su gran pesca.
3.6 No debemos separar nuestra vida espiritual de la vida de negocios. Cuando el servicio a Dios se vuelve prioritario en nuestra vida, Él se convierte en nuestro socio en los negocios, dándonos su sabiduría y poder para obtener ganancias.
Pedro, sin Jesús, no hubiera obtenido su gran pesca pero, Pedro lo recibió, le obedeció y lo siguió y Jesús hizo de Pedro, un gran pescador de hombres.