Se puede preparar un exquisito plato o uno totalmente desagradable usando exactamente los mismos ingredientes. Todo dependerá de quién cocine. Igualmente, podemos arruinar los 365 días del año nuevo, llenándolos de fracasos, depresiones y violencia o de victorias y bendiciones. Todo dependerá de nosotros mismos. Aquí, te dejo tres claves para obtener victoria y bendiciones en este año nuevo:
1. Nuestra mente: la mayor bendición que Dios nos ha dado es la capacidad de pensar y es en la mente donde se generan los pensamientos sean buenos o malos, donde se crean todas las cosas que nos rodean. El universo es el resultado del pensamiento de Dios y la guerra espiritual es una lucha constante de nuestros pensamientos. Cuando nuestra mente adopta los pensamientos de Dios por medio del Espíritu Santo, veremos los milagros de Dios en nuestras vidas. Así que ten mucho cuidado con lo que piensas.
2. Nuestra visión: es increíble cómo se genera el poder de creación, ya sea para bien o mal, tan solo posando la mirada fija y constantemente en algo o alguien, sino, pregúntale a Eva, la chica de Adán. Eva se pasó contemplando tanto tiempo aquel árbol (…y vio la mujer que el árbol…) hasta que finalmente cayó o ¿acaso crees que solo le dio una miradita? Un segundo caso es la muerte de la mujer de Lot que, mientras huía, sintió nostalgia por lo que dejaba atrás que al voltear, murió trágicamente. Tercer caso: la promesa que Dios le hizo a Abraham, "...alza ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estás hacia…porque toda la tierra que ves, la daré a ti y…" y se la dio. Cuarto caso: Dios le dijo a Abraham que alzara sus ojos al cielo y contara las estrellas porque así de numerosas sería su descendencia. Y cada vez que lo hacía, Abraham se acordaba de la promesa de Dios hasta que finalmente se cumplió. Quinto caso es el de Jacob, que si él visualizaba ovejas listadas, entonces sus ovejas parían ovejitas listadas y pasaban a acrecentar sus ganancias (Gén. 30:37).
Mirar, ver, contemplar, imaginar, visualizar, soñar es indispensable para obtener ya que sin visiones ni sueños nunca seremos creativos y si no visualizamos nada, tampoco obtendremos nada (…de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Heb. 11:3). Tracémonos una meta definida y veámosla cumplida en nuestra visión.
3. Poner un nombre: Dios le dio a Adán la potestad de nombrar a los animales y este hecho, aparentemente desapercibido, tiene gran relevancia porque al nombrar a las personas o cosas describimos su naturaleza. En la Biblia, encontramos muchos casos en que se nombran lugares y personas. Dios mismo, cuando cambió la vida de personajes bíblicos, primero les cambio el nombre: de Abram a Abraham, padre de muchas naciones; a su esposa Sarai, a Sara, princesa; de Jacob a Israel, príncipe; de Simón, caña hueca a Pedro, la roca. Te imaginas el gran poder que Dios le dio a Adán para nombrar a todos los animales de la creación!!! Ahora, imagínate que estás en lugar de Adán con tu año nuevo por delante para nombrarlo. Depende de ti nombrarlo positiva o negativamente, darle contenido al día a día, depende de ti qué clase de año quieras tener.
Pero, si hasta los paises y las Naciones Unidas le ponen nombre al año, ¿por qué no hemos de hacerlo nosotros? Ahh, la mente y las visiones son temas muy apasionantes... prometo escribir más sobre ellos.