Así como cuidamos y nutrimos nuestro cuerpo, debemos hacerlo con nuestra mente; no en vano, encontramos reiteradamente en la Palabra de nuestro Dios que sobre toda cosa guardada, debemos guardar nuestro corazón porque de él mana la vida (entendamos corazón como mente, sentimientos - alma-).
Todo lo que leemos, escuchamos, vemos, es decir, todo aquello que capta nuestros sentidos servirá de alimento nutricional a nuestra mente e influenciará decisivamente en nuestra manera de pensar y por ende, su importancia. Por tanto, aprendamos a discernir de qué llenamos nuestra mente. No podemos bombardearla mañana, tarde y noche con noticias negativas, chismes, escuchando los problemas de medio mundo o a gente que solo profiere sandeces o a aquellos que quieren llenarnos de complejos, fracasos o de insultos. Aquí, te dejo cuatro vitaminas para tu mente y espero que te sirvan.
1º Vitamina: LA SOBRIEDAD: Sed sobrios y velad nos dice 1 Ped. 5:8 y en el diccionario de la Real Academia Española leemos que el sobrio es templado, moderado y que carece de adornos superfluos. Cuando la sobriedad se aplica al modo de pensar, se refiere a la persona de pensamiento equilibrado y para alcanzar el equilibrio se debe cuidar los pensamientos. Es más fácil irse a los extremos que lograr el equilibrio, sobre todo el equilibrio mental; así vemos que una persona deprimida o un suicida es aquella que satura su mente de imposibles (no puedo, no tengo, no me quiere, no sé...).
Y ¿cuáles son las características de una persona sobria??? El sobrio tiene discernimiento y no suspicacia. El cristiano sobrio sabe orar para restaurar la circunstancia ante una situación adversa, es decir, calla, ora y resuelve, no se atolondra, su pensamiento es sano y gusta de la justicia y prudencia (Prov. 16:23). En cambio, la persona suspicaz chismea, murmura, cacarea y destruye con su necedad porque tiene una mente atrofiada.
2º Vitamina: LA RENOVACIÓN: Renovar es simplemente sustituir lo viejo por lo nuevo. 2 Cor. 4:16 nos enseña que tenemos un YO exterior y otro interior; es éste último el que le interesa a Dios y el que tenemos que renovar para ser y sentirnos mejor. Por esto, es importante hacernos amigos del Espíritu Santo porque la espiritualidad renueva la mente. Aceptar a Cristo como nuestro Salvador es totalmente distinto a renovar nuestra mente pero, cierto es que por amor a Él, una cosa llevará a la otra. Asimismo, podemos estar seguros que Cristo quiere que desechemos de una vez por todas de nuestra mente, los NO puedo, No tengo, No sé porque con Cristo a nuestro lado, todo lo podemos porque Él nos fortalece. Es una de sus promesas!!!
3º Vitamina: LA MENTE DE CRISTO: ¿Es posible pensar como Cristo? La respuesta es SÍ (1 Cor. 2:16). El evangelio es integral y a la primera persona a quien el evangelio debe dar sus frutos, en mi caso, es a mí (mis bendiciones) y en tu caso, es a ti (tus bendiciones). Jesús fue tentado en todo y venció al enemigo porque pensaba en cosas positivas, en su misión, en bendecir a la gente. Cuando una persona está desocupada, sin metas ni objetivos, sin ilusiones, su mente se convierte en un taller perfecto para las ideas negativas.
Cuando Cristo estuvo entre nosotros, solo tenía en mente bendecir a la gente (sanar a los enfermos, dar consuelo a los que lloran, predicar sus promesas, echar fuera demonios); ahora, debemos preguntarnos si somos capaces de romper nuestros esquemas para bendecir, siquiera, a nuestros familiares y amigos más cercanos.
4º Vitamina: EL GOZO: La mayoría de los cristianos se sienten tristes, condenados y esto da mucho que pensar, cuando el cristiano debe ser la persona que le alegre la vida al de al lado. El gozo es vitamina para el pensamiento porque es remedio para el alma. Recién hoy en día, ya se empieza a hablar de la risaterapia en los círculos médicos: sin embargo, Salomón ya lo había escrito (Prov. 17:22) hace como…mmm…3000 años y un día, fíjate tú!!! Busquemos la alegría y el buen humor, no digo que andemos todo el día mostrando los dientes pero sí que incorporemos el gozo espiritual como parte de nuestro estilo de vida.